martes, 5 de julio de 2011

Los edificadores son soñadores

La edificación es la tarea más noble de la raza, ya sea que se edifique una cabaña en la selva, una mansión en la ciudad, un ferrocarril sobre un rio o un canal a través de un istmo. Los edificadores son soñadores, soñadores que han levantado el mundo del desorden y el vacio a un orden.

Nehemías era un soñador y un Patriota. Judío nacido en el cautiverio se sentía apesumbrado porque la ciudad donde estaban las tumbas de sus antecesores yacía en ruinas. El Rey le dio permiso para ir a Jerusalén con un grupo de acompañantes y restaurar la ciudad. Aliviado, salió una noche e hizo un balance de las ruinas. Luego, reuniendo a los Judíos pobres que aun permanecían aferrados a las viejas ruinas, les dijo: “vamos reedifiquemos los muros de Jerusalén…” el pueblo, como si despertase de un letargo respondió: “levantémonos y edifiquemos…” de este modo con corazones encendidos se pusieron a trabajar.

Nuestro Señor Jesús dijo de su cuerpo: "Destruid este templo y en tres días lo levantaré". Juan 2:19

Si Nehemías no hubiera reedificado a Jerusalén, la historia del mundo no hubiera cambiado mucho, porque alguien podría haberlo hecho después. Pero si Jesucristo no hubiera reedificado su cuerpo marchito, contrito y desangrado, la historia del mundo hubiera sido muy diferente. No habría Iglesias Cristianas en ninguna parte, porque fueron edificadas en el Cristo Resucitado. Esta era la mayor gloria de los cristianos primitivos. Es lo que diferencia el cristianismo de las demás religiones.

Mateo, que escribió su evangelio algunos años después de ese suceso dijo "Este dicho fue divulgado entre los judíos hasta el día de hoy..." La resurrección era un hecho que todos conocían y que nadie ponía en duda. ¿Por qué habríamos de ponerla en duda en el día de hoy? No tenemos más derecho a dudar de la resurrección que el que tenemos de dudar de la declaración de independencia de cualquier país. Esto también ocurrió una sola vez, pero como era un asunto de conocimiento común, la aceptamos en la actualidad. Ademas están las provincias, estados o departamentos de aquel país para comprobarlo. Son el resultado de la firma de aquel documento. De igual modo las iglesias son el resultado de la resurrección de Cristo. (Adaptado de un sermón radial de J. B. Baker,1946)

Tomado del libro manantiales en el desierto. Señora Cowman

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